El cielo gris y la fina lluvia intermitente fueron acompañantes fieles en nuestro paseo dominical y matinal por la ciudad de Granada. Bajamos desde la parte antigua, por la cuesta de la calle de las Mercedes, hasta el centro. La atmósfera y el ambiente plomizo del clima y la escasa concurrencia de viandantes, invitaba a pasear junto al río, pisando la alfombra otoñal de hojas secas…
Granada, además de sus monumentos, plazas e iglesias, nos sorprendió con la abundancia respetuosa de los graffitis, pinturas de mucha calidad y colorido, que daban un toque muy especial a la ciudad de la Alhambra.
La cultura urbana y la expresión creativa de los aerosoles, en cualquier muro, casa o esquina, integrado en la arquitectura como un elemento más…
Después de ver estos graffitis entiendo que no se exagera nada cuando se les califican de arte urbano o callejero.
ResponderEliminar