Este fin de semana he podido constatar que el despertar en el campo es mucho más agradable que el de la ciudad.
En el entorno urbano predominan sonidos asfálticos, tráfico, alarmas de móviles, las descargas urinarias de los vecinos, después de una larga noche de contención…
En el medio rural, el amanecer nos regala unos sonidos más nobles: El canto de las aves.
Para los que tienen el sueño ligero, les bastará el canto del mirlo, con su gorjeo aflautado, muy melodioso, no repetitivo, defendiendo su territorio, como el que se posa detrás de la casita, sobre el tendido eléctrico. Y de fondo un coro de gorriones traviesos y desvergonzados, jugueteando entre las ramas de los eucaliptos.
“El canto del mirlo está considerado como uno de los más bellos cantos de las aves de Europa. La riqueza de su repertorio, sus variaciones melódicas y la capacidad de improvisar distinguen al mirlo europeo de la mayoría de las demás aves.” Wikipedia.
El canto del gallo, ronco y contundente es el indicado para los de sueño profundo.
“El Mirlo y El Gallo: los despertadores del Campo”
Hola me encantó el post, pero el video preciosísimo. Vivo en una pequeña ciudad al norte de Argentina pero amo la vida de campo.
ResponderEliminarUn abrazo.