Málaga, 5 de Enero de 2020
Queridos Reyes Magos, Melchor, Gaspar y Baltasar:
No sé si he sido bueno, pero lo he intentado. Este año pasado, ha sido muy extraño.
Cada vez que encendía la televisión, además de a Jordi Hurtado, veía a un señor con una voz peculiar, llamado Fernando Simón, que nos calentaba la cabeza con cifras de fallecidos, contagiados y curados.
Todos los telediarios hablaban del coronavirus, pandemia, Covid19...
Hemos estado encerrados en casa un montón de días.
No sé a quien se le ocurrió que era más importante sacar al perro de paseo, que al niño. Así que Tani, Tintín y Turrón, salían a diario, mientras yo me tenía que quedar en casa.
No íbamos al cole, ni había futbol, ni Semana Santa.
El virus debía de atacar al vientre, pues el papel higiénico se acababa en seguida, en los supermercados.
Nunca hemos tenidos las manos tan limpias, y nos obligaron a usar mascarillas.
A mi mamá le vino muy bien, pues se ahorraba de pintarse los labios.
Todos los días, a las ocho en punto de la tarde, salíamos al balcón para aplaudir a los sanitarios. Ese momento volvía loca a la gente, bailaban, saltaban, cantaban...
Yo aprovechaba para saludar a mis amiguitos Daniel y Alberto.
En fin, no os quiero fastidiar más, ni cansaros con penas.
Este año quiero que no le pase nada a mi abuelita, que está en una residencia y allí han muerto varias personas.
Pido un balcón más grande, por si vuelven a encerrarnos.
También quiero que se acabe este bichito, que no muera más gente.
Una fibra óptica para que internet vaya más rápido y no se corte cuando estoy en las clases virtuales y vídeo conferencias.
Una mascarilla de Spiderman y otra del Málaga.
Y un pack de juegos para la play, que he visto en wallapop y que están muy baratitos.
Majestades, os dejo unos mantecados y turrones en la mesita, junto al Belén, agua para los camellos, y una copita de anís para vosotros.
Adiós, hasta el año que viene.
Angelito