Este acróstico de prosa poética, va dedicada a todos los poetas, en especial a Ángel Luis Montilla, que ha sido el culpable de la publicación de una foto mía, en portada de la revista Acueducto, en Japón.
Te lo debía "gordo".
Estaba
agotado, deambulando todo el día, en busca de monedas para
sobrevivir.
La
noche, ya avanzada, llenó de sombras y luces de farolas las calles
de madrid.
Volviendo
a la pensión, su humilde refugio de folios manuscritos, gritó:
poeta maldito.
El
dinero se acaba, no sé cuánto más tiempo podré pagar posada.
No
impiden al poeta, en esta tarde fría, ni el viento, ni la lluvia,
vender su mercancía.
De
calle en calle, en plazas y portales, en lejanos arrabales...
el
vendedor ambulante de palabras escritas que riman y sangran tinta
negra.
De
malditos textos y tristes poemas, de rimas y leyendas, de amor y
desamor
o
estrofas decasílabas, sonetos otoñales y letras de canciones que
nadie cantará.
Rimar
hombre con hambre, piedad con soledad, pobreza con cabeza...
de
parque en parque, en viejos bancos, almuerzo, cena y llanto, bocata
de “foagrás”.
El
día no va bien, hoy no ha vendido nada, la noche va peor, es oscura
y helada.
Vendrán
días mejores? ¿Podrá irme peor? -un poema, señor. -gracias, pero
no,
en
la Plaza de Oriente, nadie se para, todos te ignoran, nadie te
atiende...
rumbo
a Occidente. ¿Tendré más suerte? ¡Joder, ha empezado a llover!
Soy
Ángel Luis, el escritor de versos, de poemas grises que sangran
tinta negra.
Oh
bella dama, señora de la guadaña, hermosa doncella, -sí usted, mi
soledad
soy
el vendedor de versos, -desea usted alguno. -¿Cuánto es? -la
voluntad.
Ángel maldonado alba
Fabuloso!!!!!! Fabulosa la historia y fabulosa la composición
ResponderEliminarAbrazos
Maria José