El cementerio de San Miguel fué bendecido en 1810, inaugurándose su capilla en 1837, restaurándose en 1848 por la familia Heredia.
De estilo neoclásico, el cementerio de San Miguel ha llegado hasta nuestros días en buen estado de conservación. Las grandes familias de la burguesía malagueña construyeron en el siglo XIX panteones con materiales nobles, en los que intervinieron notables arquitectos: Cirilo Salinas, Gerónimo Cuervo, Diego Clavero, José Triguero, Joaquín de Rucoba, Guerreo Strachan, entre otros.
La escultura, aunque en menor proporción, también tiene presencia en este recinto funerario, con esculturas de Frapolli, Adrián Risueño, Gutierrez León, García Carreras y el italiano Paulino.
Podremos encontrar también verjas y rejas de valor artístico provenientes de las famosas ferrerías malagueñas del siglo XIX.
Entre los personajes enterrados en el cementerio de San Miguel, caben destacar: Manuel Agustín Heredia, Salvador Rueda, Antonio Muñoz Degrain, José Denis Belgrado, Jane Bowles, Amalia Heredia, Rafael Salina, el Conde de Guadalhorce.
A este cementerio entrábamos de noche, desde la Barriada de Las Flores, detrás de la iglesia, a través de un tubo de cemento que daba al interior, a una alcantarilla de desagüe, cuando eramos niños. Era un tubo angosto, húmedo y asqueroso, lleno de cucarachas y de restos de flores... Pero, Eugenio, Rafa, Fali, Alberto, Pedraza, Angelito... teníamos que impresionar a Lupe, Luisa y María Jesús, que eran las niñas de la pandilla...
Aquí os dejo un reportaje fotográfico:
Bibliografía: www.cementeriosanmiguel.com
¡Ay, aquellas incursiones nocturnas! Ahora que las únicas valientes del sector femenino fuimos Anlli y yo, ¡qué tiempos y qué gente! Y ahora vamos de modositos ante nuestros hijos, je,je.
ResponderEliminarMuy bueno. Como siempre tu camara apuntando con buen tino para indicarnos los detalles mas interesantes.
ResponderEliminarBuen cameramen!
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